Paraguay, el país de las madres solteras. Parte II


Paraguay historia de un país


Paraguay. Historia de un pequeño país

 La Guerra Grande. Segunda parte y última



Con frecuencia las cifras marean. Nadie se pone de acuerdo en el número de habitantes que tenía Paraguay antes de la guerra de la Triple Alianza que lo enfrentó a Uruguay, Argentina y Brasil. Dependiendo de las fuentes, se fijó la población del país en un millón trescientos mil habitantes, de los que morirían un millón de personas directamente por el conflicto, por hambre o por enfermedad. Otros reducen a la mitad estas cifras, en cualquier caso, el país quedó  reducido a polvo. Sobrevivieron unos veinte mil varones de los que sólo la mitad, es decir; diez mil personas, eran mayores de 12 años. Siendo el resto mujeres niños y viejos. Al parecer la guerra de Paraguay concluyó por la sencilla razón de que se mataron a todos los paraguayos mayores de 10 años. Para empezar una acuarela de José Ignacio Garmendia: Soldado Paraguayo frente al cadáver de su hijo que evidencia ese carácter de guerra total que tuvo el conflicto y en el que padres e hijos perecieron por igual.

     La conquista de la ciudad de Asunción por los aliados debería de haber marcado el final de una guerra que ya duraba más de cuatro años, no fue así. La loca y suicida determinación de Francisco Solano por no aceptar la derrota, le llevó en un último gesto de desesperación a movilizar a los últimos 10.000 efectivos en condiciones de lucha que quedaban en el país. Y esta es una valoración muy optimista porque los movilizados eran en su mayoría niños y ancianos incapaces a todas luces de modificar un ápice la previsible resolución de la guerra. La batalla de Acosta Ñu, en el año 1869, es un ejemplo de ello; 3.000 soldados niños paraguayos fueron masacrados por el ejercito brasileño sin piedad alguna. Frustrado y contrariado éste por la determinación de lucha de los paraguayos, cometió verdaderas tropelías (desmanes, desafueros) en estos últimos meses de guerra; una cruel proyección de las trágicas reflexiones del Marqués de Caixas al emperador del Brasil Pedro II, en el que le manifiesta sus temores ante la numantina resistencia de los paraguayos a los que, a su pesar, se vera obligado a aniquilar incluso en el vientre de sus madres vista su obcecada resistencia. El ejercito brasileño, tras la batalla de Acosta Ñu, prendió los prados secos donde yacían los heridos paraguayos con el fin de que no hubiera superviviente alguno.



Recorte de la Prensa Argentina de la época


     El Mariscal López había guerreado durante cinco años en señaladas batallas. En Tuyutí, por ejemplo, donde a decir de un observador inglés pereció toda la raza española residente en Paraguay a la vanguardia del ejercito paraguayo. Pese a la sorprende victoria de los paraguayos en el cerro de Paracauty, humillando a los argentinos y causándoles miles de bajas, hasta el extremo de hacerles reconsiderar su presencia en la Alianza, la derrota en el fuerte de Humaitá en Julio de 1868, pese a la desesperada resistencia de sus defensores, abrió las puertas de Paraguay a las tropas de la Alianza. La posterior derrotada de las Lomas Valentinas en diciembre de ese mismo año, tras las cual López ordenó fusilar a su propio hermano y otros colaboradores, como el canciller y el obispo, abrió las puertas de la capital, Asunción, a los aliados. Para   López no había capitulación posible: los tibios y los cobardes eran muertos por cualquier medio que no implicara consumo de cartuchos. Asi mismo, su trato a los prisioneros se caracterizó por su extrema crueldad. A su propio hijo lo nombró coronel del ejercito con 17 años. El joven, invitado a rendirse, prefirió morir porque un coronel paraguayo no tenía la costumbre de hacerlo. Su padre murió junto a sus últimos fieles en la batalla  del Cerro de Cora  

Soldados uruguayos atrincherados en Tuyutí

        Las consecuencias del conflicto ya las hemos aventurado, una mortalidad del 75% de la población. Unas fuentes hablan de un millón de paraguayos, otras de quinientos mil, otras 700.000, en cualquier caso el resultado del conflicto fue devastador. Sólo Brasil perdió a 150.000 hombres. Dos tercios de los soldados movilizados por las potencias aliadas morirían antes de llegar al frente y solo se pudo llevar al combate a muchos de los esclavos utilizados  mediante el uso de grilletes. El impacto sociológico de esta guerra se mantuvo en los decenios subsiguientes a traves incluso de ex combatientes que llegaron a ocupar altos cargos Julio Argentino Roca y Carlos Pellegrini sendos presidentes de Argentina, Manuel Deodoro de Fonseca primer presidente de la República brasileña. Paraguay perdió perdió 150.000 kilómetros cuadrados de su territorio y se vió obligado a pagar cuantiosas reparaciones de guerra. La historia ha suavizado las aristas biográficas del dictador paraguayo Francisco Solano Lopez que es considerado por algunos autores como un héroe trágico y romántico, obligado por las circunstancias a tomar decisiones crueles, aunque fuera incapaz de evitarle al país aquella caída al vacío de la Guerra Grande.  

     La guerra llevó a la ruina a un país en el que se daban aceptables niveles de desarrollo para la época. Socialmente marcó la aparición, debido a la escasez de varones, de un matriarcado en el que la presencia de la poligamia se hizo habitual. Aún hoy, casi ciento cincuenta años después, observamos esta herencia social en los hábitos de los paraguayos. Su ex-presidente Fernando Lugo obispo en excedencia, ha reconocido ser padre de dos hijos de madres distintas. Este hecho, que en Europa hubiera significado su muerte política, en Paraguay no deja de ser un asunto privado fácilmente manejado por la psicología local, incluso existe de facto una suerte de complicidad entre los ciudadanos y su máxima jerarquía civil. Como consecuencia de esta guerra (y de otros factores claro) Paraguay es conocido como el país de las madres solteras. 


Fernando Lugo. Presidente de Paraguay
Fernando Lugo. Presidente de la República del Paraguay


     Hay que remontarse a los primeros años de la colonización española en 1536 que mestizó de forma muy intensa con el indio guaraní, para encontrar quizás uno de los nichos,  junto al desastre demográfico de la Guerra Grande, en los que maduraría esta cultura que pasa por descuidar las obligaciones del varón respecto de su prole. De hecho Alvar Nuñez conocido como Cabeza de Vaca, enviado por el Emperador Carlos V a estas tierras, se mostró escandalizado por la alta promiscuidad de sus habitantes, colonizadores españoles incluidos, y fue más o menos obligado a abandonarlas.   La historia de Paraguay y su gestación como país tampoco se puede entender si no se le vincula a la Iglesia Católica. Poco se sabe que, de haber prosperado en el Siglo XVIII, Paraguay hubiera sido, tras el Vaticano, el segundo Estado católico de la historia. Aunque en este caso se hubiera tratado de una República con claros tintes socialistas, y ello de la mano de la Compañía de Jesús. "La Misión" esa epopeya cinematográfica dirigida por Roland Joffee, presenta la épica de un reducido grupo de jesuitas e indígenas que ofrecen su sacrificio ante un mundo incapaz de respetar su espacio, pequeño pero idílico espacio.

joven guaraní
Joven Guaraní

     Aunque su perfil demográfico se ha ido equilibrado  con el tiempo, las huellas psicológicas en las relaciones humanas, la actitud de dependencia sexual de las mujeres respecto a los varones por la escasez de estos últimos en los años posteriores al conflicto,  contribuyó a reforzar un modelo de comportamiento machista algo inconsecuente que aceptó en un principio la poligamia como un medio para crecer  y recuperarse de las consecuencias de la guerra. Presentándonos de paso a la mujer paraguaya como una persona notablemente autosuficiente y capaz. Que hablemos de Paraguay como el país de las madres solteras no es gratuito, y tampoco es un fenómeno restringido a clases sociales en precario, ocho de sus mas de 40 Presidentes fueron hijos de madres solteras y con seguridad la mitad de ellos tuvieron hijos ilegítimos

Madres muy jóvenes acompañadas sólo por sus madres. Esta es una imagen habitual en las maternidades de Paraguay


     Los datos son del año 2008 y estimados: de 150.000 niños nacidos en el país más de 90.000 lo fueron de madres solteras o bien no han sido reconocidos por sus padres. Es decir en el Paraguay de hoy en día, el 60% de los nacidos solo lleva únicamente el apellido de la madre. Tras Haití, Paraguay ostenta el récord de crecimiento demográfico en América Latina, lo cual no es extraño vista la indiferencia con la que una parte considerable de los varones paraguayos solventa sus relaciones con el otro sexo. Mientras ellas se dedican a parir y cuidar de los hijos, ellos, en el suave termino acuñado por una antropóloga  norteamericana se dedican a “socializar” , que al parecer en el aséptico argot científico viene a significar algo así como desentenderse completamente de su paternidad.




     Íbamos a decir que nos despedimos de Paraguay, pero no es así. Volveremos a este  hermoso país: una tierra rodeada por un mar de tierra.