Rubicundos y pelirrojos famosos en la historia
Cuando te cruzas con un pelirrojo, al menos en estas latitudes, es como si circularas por una autopista a 120 kilómetros y te encontraras de pronto con un semáforo en rojo. Y eso que ahora, con el uso generoso de los tintes, pasan mas desapercibidos. Pero los originales no admiten copia, porque para ser pelirrojo no es suficiente con encenderse el cabello con tonos mas o menos rojizos, se precisa algo más. El color de pelo digamos que es el aspecto mas llamativo, pero no el único, incluso, hay individuos que sólo presentan cabellos cobrizos en la barba.
El síndrome del pelo rojo viene con bastantes “accesorios” debajo del brazo. La piel, por ejemplo, está cubierta de pecas, como si hubieran estado tomando El Sol bajo un colador. Tienen también los ojos claros y como resulta que, el gen responsable de su color de pelo es recesivo y un poco díscolo, pues pueden estar tres generaciones sin presentar nuevos individuos con esas características y a la tercera eclosionar con una abundancia de individuos que abruma, ocasionando no pocas confusiones y a veces conflictos entre las parejas [creo que se me entiende]
El gen responsable de todo esto se llama MC1R (aunque parece ser que no es el único). Un gen que se ha pasado de listo pues es terriblemente eficaz en el medio que le es propio, es decir climas fríos con muy poca luz. No sólo convierte en cobre los cabellos sino que permite a su piel obtener al máximo rendimiento de la luz solar bajo condiciones de escasez, evitando, por ejemplo; el raquitismo. Esto, por otro lado, hace a la piel extremadamente sensible al exceso de luz de las latitudes próximas al ecuador.
El color del cabello, la piel y los ojos dependen principalmente de unos pigmentos llamados melaninas. Con dos grupos principales: uno que determina el marrón y negro, eumelanina; y otro amarillo a rojo, feomelanina. Esta, la feomelanina, es un precursor de la eumelanina y es producido por todos los seres humanos. Algunas mutaciones genéticas bloquean el proceso en la fase de la feomelanina, produciendo pecas. Una persona con el pelo marrón tiene una gran cantidad de eumelanina, mientras que un pelirrojo tendrá más o menos feomelanina dependiendo de la tonalidad de su pelo cobrizo.
El gen donde se localiza esta mutación como ya hemos dicho, se llama MC1R. Y esta, la mutación causante de color pelirrojo, tiene una antigüedad que oscila entre los 90.000 y 250.000 años. Todo lo cual ha llevado a algunos investigadores a suponer que el pelo rojo ya había surgido en homínidos como los Neandertales. Algunos científicos piensa que el Neardental es el portador del “gen rojo” y que aunque originario de África, pasó al continente europeo hace 40.000 años conviviendo con el homo sapiens. Unos dan por hecho que hubo un cruce entre ambos, mientras que otros lo niegan, ya que se trata de especies distintas. Las últimas investigaciones realizadas por el Grupo de Paleoantropología del MNCN-CSIC y el Instituto Max Plank para la Evolución (Proyecto genóma Neandertal)*, parece decidirse por el cruce entre ambos. Todo homo sapiens, según esto, excepto los africanos subsaharianos, posee algo menos de un 4% de Neandertal. Los Neandertales se extinguieron hace más de 20.000 años y sus últimos vestigios se encuentran en España y sur de Francia.
Los anestesistas les tienen pavor, me explico: no hay ningún prejuicio de por medio, es que el gen determina un baja resistencia al dolor, y la anestesia se debe reajustar porque cabría la posibilidad de que se despertaran en medio de la intervención. Tienen un serio problema con El Sol; se queman hasta tomando la sombra, y esto les puede ocasionar algún que otro incidente dérmico, como una mayor prevalencia de tumores malignos. Nada que no se pueda evitar con una camiseta de manga larga. El grosor de su cabello es mayor que el de los rubios y morenos, por eso, teniendo menos cabellos -unos 80.000 cabellos de media-, lucen unas formidables cabelleras que hacen las delicias de los pintores y los peluqueros.
Según algunos estudios médicos tienen mas problemas que la media en sus ciclos menstruales y se han efectuado estudios sobre la presencia de hematomas, que se dan con mayor frecuencia que en el resto de la población. La excepcionalidad de su gen les hace especialmente apetecibles para la policía forense, tanto si está presente en el lugar del delito como si no lo está, determina qué tipo de población debe ser descartada como sospechosa. Dicen también que tienen un olor especial lo cual no es del todo inverosímil ni atípico, ya decía Darwin que el color de la piel y por consiguiente del pelo, está en relación con el olor corporal. Tienen una gran presencia en Irlanda y Escocia, donde más del 10 por ciento de la población es pelirroja y el 40 por ciento presenta el gen. En los EEUU forman una asociación con varios millones de miembros y hace años, a raíz de una serie de dibujos animados llamada South Park, en el que se reflexionaba sobre el carácter de los pelirrojos, se dieron bastantes episodios de agresión a niños con el pelo rojo.
La edad tampoco perdona su pelo y como eso que llaman«el marchitamiento del rubio» el enrojecimiento pierde intensidad con los años. También están más representados de lo debido en pacientes afectados por el síndrome de Gilles de la Tourette, que es un desorden neuropsiquiátrico que se caracteriza por presentar tanto tics motores como tics vocales. En fin, como se ve , nada del otro mundo, aunque haya majaderos que sostienen que el pelo rojo proviene de otro planeta o de universos paralelos.
Pero los pelirrojos tienen detrás de sí una historia cargada de supersticiones y prejuicios que les ha hecho victimas de un trato a veces terrible. Nunca han tenido buena prensa desde que tenemos constancia escrita. De hecho en el principio de los tiempos ya hubo un pelirrojo, una pelirroja exactamente, la primera mujer de Adán; Lilit
El origen de tal leyenda se encuentra en una interpretación rabínica del Génesis y presenta a Lilit como una mujer de fuego, contenciosa y discutidora que se negaba a yacer bajo Adán puesto que ambos habían sido creados por Dios y eran iguales. Enfurecida porque Adán intentara reducirla sexualmente, abandonó poco mas o menos el Paraíso y desapareció. Primo Levi, un escritor italiano, elaboró un curiosa leyenda en torno a Lilit, a la que califico de cazadora de semen.
En efecto, como había desobedecido a Dios y se había entregado a un voraz frenesí sexual con los demonios, Dios la condeno a perder todos los días a 100 de sus hijos. Por eso, la desdichada se hizo dueña de todo el semen que los hombres no depositaron en el útero de sus mujeres; masturbación, eyaculaciones nocturnas, infidelidades. De forma que Lilit está siempre embarazada pero nunca conseguirá ser madre.
Es solo una de esas tremendas historias hilvanadas por la tradición bíblica, pero da fe del tipo de recelos que se han tejido en torno a ellos. Judas y María Magdalena han sido pintados como pelirrojos pero no hay referencia histórica alguna respecto al color de su pelo. No sabemos si lo fueron o no, pero el color se vincula a una traidor como lo fue Judas al que también se le pinta con un perro al lado, piel oscura y los labios negros(por el beso de la traición), toda una simbología. En cuanto a María Magdalena cuyo supuesto affaire con Cristo ha sido tratado con prodigalidad por Dan Brown en el Código Da Vinci, seca con su cabello los pies del Señor: con su cabello rubicundo, porque María Magdalena era una prostituta. Otros personajes bíblicos a los que su traición les hizo pelirrojos fueron Caín que mató a su hermano Abel. Dalila que traicionó a su amado: Sansón. Saúl, hermano de David, por el que sentía unos celos mórbidos. Esasu hermano de Jacob, “rojo todo él” según el texto sagrado, vendió su primogenitura por un plato de lentejas. Caifás el sumo sacerdote, por razones obvias: presidía el sanedrín que condeno a Jesucristo.
Pedro de Alvarado. Acompañó a Hernan Cortés. Unos lo hacen rubio, otros pelirrojo. Sea como fuere destacó por su corpulencia y crueldad. |
En Egipto les iba aún peor, los egipcios los quemaban directamente porque los consideraban vinculados por su color al Dios del Mal, y los griegos para no ser menos también les trataban con rigor. En Roma, según la Wilkipedia, era rubicundo el Emperador Calígula, pero tradicionalmente no estaban bien vistos y se les llamaba despectivamente Rufus. El pragmatismo romano sin embargo, hacía muy valoradas las pelucas de tonos rojizos obtenidas de los prisioneros celtas, en los que abundaba esta tonalidad de cabello.
Rusia en cambio les debe el nombre, pues según la tradición fue conquistada por un vikingo pelirrojo de nombre Rurik. Aunque Pedro I el Grande, mil años después les prohibiría ocupar cargos públicos y testificar en los tribunales Otros rutilismos históricos son los de Gengis Khan. Erik el rojo, sin embargo, y en contra de lo que se pueda pensar, no recibe su apodo por el color de su cabello sino porque era un proscrito. En la Canción de Rolando, Canelón también lo es y, por celos y envidia, envía a Rolando a una muerte segura. El Rey Arturo tiene también un hijo pelirrojo Mordred que acaba por traicionarlo.
En Francia una ordenanza del Rey San Luis en el siglo XIII obliga a las prostitutas a teñirse el cabello de rojo para diferenciarlas de las mujeres respetables. La amante del rey Carol II de Rumania, Magda Lupescu, lo recomendaba también a las prostitutas rumanas, toda vez que ella era pelirroja de natural.
En España lo eran, que se sepa, la hija de los Reyes Católicos, Catalina, casada con Enrique VIII de Inglaterra y Hernán Cortés. La portuguesa Isabella de Avis, mujer de Carlos V, modelo de Tiziano. También lo fue Isabel I de Inglaterra que estableció en su corte la moda del ·”pelo chafado”, porque queriendo imitar su color las cortesanas acabaron destrozándose el cabello con tintes inadecuados. Jeireddín Barbarroja, que no necesita mayor presentación, el peor pirata del Mediterráneo y berebere, una tribu de África del Norte con una importante presencia de pelirrojos. Cyra, la madre de Solimán el Magnifico, sultán otomano, se dice que era tan bella esta mujer pelirroja, que su propio hijo estaba enamorado de su hermosura y ordenó pintarla en secreto, a sabiendas de que el islam prohíbe la representación de la figura humana. Lo fueron también Abderrahman I, el primer emir independiente de Córdoba, Ricardo Corazón de León, y Rubens que pintó pelirrojo a Aquiles. Rutilo también, que es un personaje de Cervantes no muy de fiar. Y el Domine Cabra de Quevedo que es un gran mentiroso. Este caustico autor también se refiere a ellos como azofarados, entendiendo como tal el color que reluce como oro [**] Aristóteles en su Fisiognómicos los presenta muy malamente también. Y en Chile, el recuerdo que ha dejado Catalina de los Ríos es para echarse a temblar, no por ser pelirroja como lo era, si no por su maldad. La descripción que hace Gonzalo Fernández de Oviedo de su contemporáneo Cristobal Colón no deja lugar a dudas pinta su cabello ".....como muy bermejo y la cara encendida y pecosa" [Historia General de Las Indias L. II. Cap II] . No olvidamos a George Washington, primer Presidente de los EEUU, un gigante de casi dos metros de altura, lo conocemos con su cabellera empolvada de blanco con lo que intentaba acomodar sus cabellos rojos al aire de dignidad de su época.
La tradición medieval los presenta como el resultado de unos padres carentes de castidad, esto es; si se engendra cuando la mujer estaba menstruando se pensaba que el hijo podía contraer varias enfermedades, además de pecas y pelo rojo. Los hijos heredarían así el carácter poco cuidadoso de los padres y tendrían malas inclinaciones. Poca cosa, porque por esta época empezó en Europa y el Nuevo Mundo lo que se ha dado en llamar la caza de brujas, y entre las muchas señales de posesión que buscaban los inquisidores y cazadores de nigromantes estaban las pecas. Los alquimistas consideraban que el temple de las piezas de hierro era mejor si se utilizaba orina de pelirrojo en lugar de agua. Y no erraban en lo tocante a la orina pues su contenido en urea y amoníaco servía para endurecer las espadas, aunque es irrelevante el color de los cabellos.
En los países anglosajones en los que la presencia del color Tiziano (llamado así por el pintor, que gustaba de pintar el cabello color cobre) es frecuente, se ha acuñado hasta un lenguaje despectivo para referirse a ellos: gingerism (mas a o menos una especie de prejuicio contra los pelirrojos) o gingerphobia (miedo a los pelirrojos) En diciembre de 2009 una cadena de supermercados británica debió de retirar una tarjeta navideña que presentaba la imagen de un niño con el pelo rojo sentado en el regazo de Santa Claus , y en la que se podía leer: "Santa Claus ama a todos los niños. Incluso a los pelirrojos" . También en el Reino Unido ha intervenido hasta la Comisión para la Igualdad racial, efectuando seguimientos de los casos de discriminación motivados por el color del cabello. Afortunadamente hechos de esta naturaleza son anecdóticos en el mundo de hoy. Quizás para compensar todos esos recelos con los que históricamente se les ha señalado, el 30 por ciento de las mujeres que se tiñen eligen tonos rojos para la coloración de sus cabellos por considerarlo el color mas atractivo.
[*] Podeis consultar en inglés. A Melanocortin 1 Receptor Allele Suggests Varying Pigmentation Among Neanderthals en la página http://www.sciencemag.org/content/318/5855/1453.abstract en la que mas o menos viene a confirmar la presencia del MC1R en dos restos Neanderthal, aunque mantiene la prudencia en sus conclusiones
[**] Aconsejamos; "Fisiognómica del color rojizo en la literatura española del Siglo de Oro". Revista de Literatura. Fernando González Ollé