Los satélites del Sistema Solar
Hemos viajado por el espacio, pero no muy lejos ni a sitios muy grandes. Nos hemos quedado aquí cerca, en el Sistema Solar. Poca cosa, al fin y al cabo sólo tardaríamos más de 500 años en acercarnos con un avión hasta Plutón, el planeta mas alejado del Sistema. Esta vez no vamos a hablar de mastodontes como Júpiter, Saturno ..........detestamos el protagonismo y estos han salido ya demasiadas veces en la foto. Fuera modelitos de alta costura. Nos quedamos con los segundones; los modestos, los satélites, y hasta con los planetitas.
Vamos a empezar por nuestro vecino mas próximo; La Luna, tal y como han hecho los americanos, tan pragmáticos ellos ¿Y qué tiene la Luna? ........Ejem. La pregunta está mal formulada: ¿Qué no tiene la Luna? Esta sería la correcta forma de hacerlo.
Para empezar deberíamos de preguntarnos por su vecindad, ¿Qué hace ahí ese cacho satélite junto a un planeta tan canijo? Puede que viniera de muy lejos y quedara capturada por la gravedad terrestre, cosa bastante improbable, toda vez que un cuerpo tan masivo seguiría su camino. Puede que siempre estuviera ahí, como una sombra.
Últimamente las teorías sobre el origen de la Luna se han hecho algo más catastrofistas, hablan de un impacto sobre la Prototierra lo que daría lugar a ese germen de satélite que nos acompaña. La película de los hechos fue más o menos esta: un objeto del tamaño de Marte (algunos ya le han dado nombre: Orfeo) habría impactado contra la Tierra primitiva. Ese impacto fue capaz de arrancar tanta materia a la esfera del planeta que, tras enviarla al espacio, habría sido suficiente para formar el satélite (en algún sitio hemos leído que algo así como 20 billones de toneladas).
Otra variación de este impacto original reside en la teoría de la gota. Ese colosal impacto abre el planeta hasta su núcleo, produciéndose entonces la eyección hacia el espacio de una gota de ese núcleo. Este magma acaba por estrangularse, quedando como materia incandescente en las proximidades de la Tierra con lo que se convertiría en el núcleo de la primitiva Luna.
Bueno, pues ya tenemos aquí a nuestra criatura orbitando alrededor de La Tierra, y mucho más cerca que en la actualidad, unas 20 veces más próxima a La Tierra de lo que se encuentra ahora. Teniendo en cuenta que cada año nuestro satélite se separa 3,5 centímetros de nosotros.
La importancia de la Luna para el planeta viene determinada por su considerable tamaño, de hecho, su proximidad ayuda a equilibrar el eje de rotación del mismo. De no ser así, giraríamos como una peonza, tendríamos unas olas de proporciones descomunales y probablemente los continentes estarían dispuestos de distinta manera a como los conocemos. Un día podría nevar en el desierto, y el polo sufriría temperaturas de 50 grados sobre cero, un caos climatológico. Cada año que la Luna se aleja de nosotros se atenua la velocidad del giro en la Tierra, haciendo con ello los días mas largos y elevando la temperatura del planeta. Pero nada que ver con nuestro vecino, sufre unas variaciones de temperatura que abarcan desde los 120 grados del día, a los 180 grados bajo cero por la noche. Es un mundo gris con las rocas más antiguas que se conocen, las cuales tienen un extraño olor a pólvora. La Luna luce más de veinte cráteres de tamaño superior a 300 kilómetros de diámetro, un millón de más de trescientos metros, e infinidad de otros más pequeños. Por cada impacto en la Luna la Tierra recibía 20, pero el traje que lucimos; la atmósfera, y la ropa interior que nos ponemos; el suelo, ocultan esta realidad algo inquietante.
Pero tranquilos, este bombardeo se va atenuando, entre otras cosas porque todo aquello que podría ser destruido lo ha sido ya y el espacio ha quedado más despejado. Además, el Sistema Solar va haciéndose viejo y ya tiene poco que ver con aquel maremagnum inicial de objetos, chocando unos con otros. Las 90 y pico lunas que hoy conocemos en nuestra Sistema Solar, son las supervivientes de otros miles de astros que deambularon por él mismo, a lo largo de más de cuatro mil millones de años. Impactando las unas con las otras, siendo atraídas por el Sol o los planetas.
Tamaño relativo de los satelites con relación a La Tierra y otros planetas. |
Ganímedes, un gigante casi tan grande como Marte, junto a Júpiter, es la luna más grande. Phobos un pedrusquito hecho polvo; le impactó un meteorito que lo destrozó por dentro, generando toda una red de cavernas en su superficie. Este Phobos es vecino de Marte y siempre ha sido un pedrusco, casi es un milagro que no se haya estrellado contra la superficie de su planeta matriz. Algo que no le ocurre a Plutón, unas veces es un planeta, otras, se le degrada a planetoide. Tan lejos que, si los Reyes Católicos hubieran tomado un avión que viajara a 1000 kilómetros por hora, aún no habrían llegado. Es tan frío que su atmósfera está congelada y se encuentra en el suelo, cuando se acerca al Sol empieza a fundirse y se evapora. Desde Plutón el Sol se ve como un puntito insignificante, es como el finisterre del Sistema Solar, mas allá; el vacío galáctico. Con todo, son cuerpos tranquilos, otros tienen una actividad frenética; son los barrios violentos de la cosmología. Titán, la luna más grande de Saturno y la segunda del Sistema Solar, tras Ganimides. Posee lagos, montañas y mares, pero también es la luna mas fría del Sistema, sus lagos son de gas natural, tan frío, que es líquido a 180 grados bajo cero. Tiene también algo de misterioso porque emite una señal de radio muy baja que sólo se ha detectado en otra parte del Sistema: La Tierra.
Otro vecino suyo: Encelado, casi igual de frío, es un parque de atracciones en cuanto a emisiones de agua a presión se refiere. Vapor helado, pero solo a 100 grados bajo cero, lo que visto lo visto casi permite pasearse en bermudas por la superficie de este satélite que, según las últimas observaciones de la NASA, promete bastante, pues puede tener agua bajo su superficie.
Nada parecido a Io, junto a Júpiter. Se encuentra a 800 millones de kilómetros del Sol, pero debe tener micro clima porque Io está más caliente que un horno; trescientos volcanes activos y la lava más ardiente del Sistema Solar, más de mil cuatrocientos veinte grados, más o menos. La misma temperatura de la lava terrestre, pero hace de esto 3500 millones de años. Io posee varios récord, tiene el volcán más grande del sistema; Oki, él solo tiene más calor que todos los volcanes de la tierra juntos. Y Mirani, que tiene una lengua de lava de 500 kilómetros de largo, es el flujo de lava más antiguo del Sistema, además las lenguas de lava son alcanzan velocidades de desplazamiento desconocidas, pues tienen menos densidad que el gel de ducha. Io produce por sí solo 45 mil toneladas de lava por segundo, lo suficiente para cubrir los continentes de la Tierra en un solo año. Prometeo, otro volcán colosal, fotografiado por la sonda Galileo, eyecta un chorro constante de gas venenoso de 80 kilómetros de altura. Io es un infierno pero lejos de los volcanes disfrutamos de unos 130 grados bajo cero. Como se ve en Io o te cueces o te hielas. Una delicia.
Esta es una imagen a la que temos un particular cariño. Se trata de una recreación de la superficie de Pluton Tiene una particularidad: el puntito luminoso de la parte superior derecha es El Sol. |
Nada parecido a Io, junto a Júpiter. Se encuentra a 800 millones de kilómetros del Sol, pero debe tener micro clima porque Io está más caliente que un horno; trescientos volcanes activos y la lava más ardiente del Sistema Solar, más de mil cuatrocientos veinte grados, más o menos. La misma temperatura de la lava terrestre, pero hace de esto 3500 millones de años. Io posee varios récord, tiene el volcán más grande del sistema; Oki, él solo tiene más calor que todos los volcanes de la tierra juntos. Y Mirani, que tiene una lengua de lava de 500 kilómetros de largo, es el flujo de lava más antiguo del Sistema, además las lenguas de lava son alcanzan velocidades de desplazamiento desconocidas, pues tienen menos densidad que el gel de ducha. Io produce por sí solo 45 mil toneladas de lava por segundo, lo suficiente para cubrir los continentes de la Tierra en un solo año. Prometeo, otro volcán colosal, fotografiado por la sonda Galileo, eyecta un chorro constante de gas venenoso de 80 kilómetros de altura. Io es un infierno pero lejos de los volcanes disfrutamos de unos 130 grados bajo cero. Como se ve en Io o te cueces o te hielas. Una delicia.
Tritón es otra joyita en cuanto a calidad de vida intergaláctica se refiere. Es la luna más grande de Neptuno y aquí también hay vulcanismo: hielo fundido. Volcanes de hielo avanzan desde las profundidades donde el débil calor interno convierte el hielo en líquido creando una erupción que baña el satélite de hielo fundido; lava fría que cubre toda la superficie de hielo. Tiene también los geiseres más altos, pero no son de agua sino de nitrógeno liquido. El nitrógeno hierve, por así decir, a menos 195 grados bajo cero. Hierve en los lagos subterráneos, de tal forma que produce un vapor que multiplica por miles su volumen, genera una presión tal que el geiser acaba cediendo. Al llegar a los 8 kilómetros de altitud la columna de hidrógeno se corta súbitamente, produciendo un efecto de monumental chimenea.
Y para lo último dejamos a Europa, a la sombra de Jupiter, con 150 grados bajo cero, más tranquilo que esos chicos malos. Posee picos de hielo de más de cien metros y además, por efecto de la fuerzas gravitatorias de su colosal protector, está lleno de grietas, algunas de mas de 1.500 kilómetros de longitud y que avanzan a una media de 5 kilómetros por hora. Es un mundo helado, dicen que parecido al Océano Ártico, pero mucho más frió y más peligroso, Júpiter le envía un huracán radiactivo que impide toda la vida
Rev: 8 junio 2022