Accesorios para el cuello: Una mano, una perla, un pañuelo

un pañuelo usado por los legionarios
Focale un pañuelo usado por los legionarios
Lo que mas agradecían los verdugos cuando tenían que cortar una cabeza es que esta se asentara sobre un cuello largo, larguísimo. Esto permitía un trabajo fácil y probablemente limpio. Acaso por eso, porque somos un país de cuellos cortos,  las decapitaciones en España no se usaron como pena capital. El destrozo, vista nuestra anatomía, hubiera sido pavoroso
    Fuera de estas licencias mas que morbosas, el cuello ha sido utilizado a lo largo de la historia como residencia de un sin fin de accesorios: colgantes, tatuajes, trofeos de caza. No vamos a hablar de todos, pero sí de algunos. 
     Los romanos, por ejemplo,  se cubrían el cuello con una prenda llamada focale que era una especie de corbatín corto. Utilizaban también los pañuelos, sudarium se decían, aunque entonces no tenían las implicaciones que ahora tienen. Su uso estaba reservado a los frioleros y a los jóvenes amanerados.      
     El hombre romano fiaba su dignidad en el lucimiento de un cuello descubierto, aunque se sabe que Augusto, el primer emperador, hacia trampas; lo usaba en privado, pero jamás en publico. Se le disculpaba, el hombre vivió muchos años. Los patricios romanos preferían cubrirse con la tunica e incluso con sus manos.
     "La peregrina". Es una joya: una perla. Y no necesariamente para colgarla del cuello, aunque esa es su posición más común. Quisiéramos creer que su nombre es debido a esa pertinaz emigración que ha mantenido a lo largo de la historia de unos cuellos a otros, pero parece que no es cierto, que debe su nombre a otras razones. A pesar de sus múltiples idas y venidas, la perla en cuestión no se ha taladrado nunca en 500 años.

La perla "Peregrina"
     Al parecer su origen está bien documentado; hallada en 1515 en el Darién panameño por un negro que, a cambio, obtuvo la libertad. Llegó al puerto de Sevilla envuelta literalmente en algodones y cubierta de cera. Bautizada también como “La única” o “La sola”. La adquirió Felipe II para obsequiar a su prometida la reina María Tudor. La marquesa D’aulnoy, una viajera francesa por la España  del siglo XVII refiere ya su presencia en la corte de Felipe IV. Y más de un siglo después, José I, el espurio rey de España, hermano de Napoleón, la sacó de mala manera del país. En el siglo XX Richard Burton, el artista británico, efectúa una puja y adquiere la supuesta perla en una subasta. Su destino:  el cuello de Elizabeth Taylor, su mujer. La Casa Real española desmiente que se trate de la Peregrina “La Huérfana”,  pero por si acaso, la casa Christie‘s, encargada a la muerte de la artista  de la subasta de sus joyas, presenta la perla  en Madrid y Barcelona. Queremos suponer que con la intención de que Patrimonio Nacional puje por la pieza. En Diciembre de 2011 se subastó "la peregrina" por algo mas de 9 millones de euros. El postor: desconocido.

Margarita de Austria y Elizabeth Taylor. Ambas con la Peregrina al cuello
Margarita de Austria y Elizabeth Taylor. Ambas con la Peregrina al cuello.



     Queremos terminar con un articulo inofensivo hasta cierto punto; el echarpe, una prenda vaporosa que se suele colocar al cuello mas por razones estéticas que útiles. Lo llevaba al cuello Isadora Duncan el día en que murió. ¿Quién era Duncan? Se preguntaran. Nosotros también. En realidad por mas que se revuelva  en su biografía no se encuentra mas que a una difusa bailarina, bohemia y poco más (nuestro punto de vista es totalmente discutible). Su vida, a contracorriente de las convenciones,  tejió tras su muerte un mito de independencia femenina que ha sido, a su manera, beatificado, por los movimientos feministas y afines. 

Isadora Duncan
Isadora Duncan

     Duncan, paradójicamente, detestaba la técnica; la hacía responsable de la muerte de sus tres hijos, dos de ellos muertos en un accidente de tráfico, y el último, fallecido sin asistencia médica, en los albores de la I Guerra Mundial. La fatalidad se interpondría otra vez en su camino cuando mejor parecían irle las cosas. Enamorada, viajaba junto a su amante en el asiento del copiloto cuando el pañuelo que llevaba al cuello se trabo en la rueda del auto, lo que le causó la muerte inmediata al romperle el cuello.
     Estos son tres pequeños esbozos de cosas que se pueden llevar en el cuello