MUJERES GUERRERAS EN DAHOMEY
Las amazonas tienen una presencia recurrente en la historia moderna, además de la guardia personal femenina al servicio del fallecido Ghaddafi, encontramos también, un poco mas alejada en el tiempo, la guardia de la reina Nzinga Anna (1581 a 1663) en Angola. Guerreó contra los portugueses y disponía de un cuerpo de élite formado por varones pero a los que hacia travestir con ropas femeninas. Así mismo, el rey de Siam, Mongkut (cuya relación con una institutriz británica se llevó al cine con el título de el rey y yo) disponía también de un pequeño ejercito de amazonas que oficiaban mas bien como servidoras de palacio y a las que cuidó con mimo absteniéndose de utilizarlas en conflictos. No sucedió lo mismo con las amazonas de Dahomey, utilizadas frecuentemente en los infinitos conflictos y columna vertebral al servicio de un hombre que era más que un monarca.
Así es: el rey de Dahomey es el único hombre libre sobre la tierra, todo y todos son suyos: hombres, mujeres, niños. Cuando el tesoro real mengua no duda en confiscar las mercancías que le placen por el simple procedimiento de hacerse por la fuerza con ellas. No se fía de nadie, y sobre todo de los varones, será por eso por lo que su guardia personal, sus guardaespaldas y servidores más próximos son mujeres. Mujeres son las que le acompañan en las festividades, mujeres son las que portan el parasol bajo el cual se resguarda del tórrido calor africano, mujeres son las guardianas de su tesoro, mujeres son los mejores guerreros de su ejército. Y por si fuera poco todo esto es Señor del Universo
El rey puede tener……… tiene miles de esposas, de hecho todas las amazonas lo son, pero es tan posesivo y celoso que, cuando una de sus mujeres oficiales abandona el palacio, lo hace precedida de un esclavo que porta una campanilla que hace sonar constantemente. Al oír la misma todos los dahomees están obligados a darle la espalda con el fin de no verla. Una esclava, también en este caso, precede la salida en formación de las amazonas de los terrenos del palacio de Abomey. Es una clara advertencia, pues cualquier contacto físico con alguna de ellas puede tener desagradables consecuencias
El respeto, el temor mas bien de sus súbditos roza la idolatría. En las audiencias reales deben echarse al suelo donde se cubrirán la cabeza de polvo para manifestar así su absoluta insignificancia, y en caso de que el rey les pida que se aproximen, lo harán arrastrándose, pero nunca a menos de diez metros. De este ejercicio extremo de sumisión están exentos los blancos y los brujos. Si el rey considera que alguno de sus súbditos ha cometido alguna falta envía directamente a un verdugo sin proceso previo de ningún tipo
La religión de los dahomee tiene una particularidad; creen en la vida eterna. La muerte no es mas que una estación de paso; esto, por supuesto, no la hace única pero tiene consecuencias. La vida tras la muerte es una fotocopia de la vida física, de tal forma que un rey llevara en aquella existencia la misma que en esta. Cuando un rey muere no puede pasar sólo a la otra vida pues tiene necesidades que deben ser satisfechas, para ello, se sacrifican tantos esclavos como sean necesarios; diez, veinte, un centenar. Algunos lo hacen voluntariamente, pero la inmensa mayoría lo son en ceremonias anuales: a la muerte del rey Ghezo, por ejemplo varías de sus mujeres prefirieron quitarse la vida voluntariamente, aunque no sabemos en qué medida esta iniciativa propia es creíble del todo, dado que era frecuente enterrar vivos, como en el antiguo Egipto, a muchos de sus servidores, incluidas estas. A la muerte de Tegbessou en 1774 se produjo un autentico Apocalipsis en el palacio de Abomey, todas las posesiones que el tuvo fueron destruidas, sus esclavos sacrificados, y sus muchas mujeres se dividieron entre el suicidio y las que fueron enterradas vivas. Por lo que se refiere a su sucesor Kpengla (1774-1789), emprendió como era habitual una campaña contra sus vecinos, no sin antes enviar a su primer ministro a comprar valor para su ejercito.
La vida es el mayor valor para los dahomees por lo tanto es este bien el que ofrece en sacrificio y es exclusivo del rey. No obstante, los sacrificios privados acabaron por popularizarse entre las clases dominantes, de tal manera que la muerte de un hombre poderoso se solía acompañar con el sacrificio de dos niños, un varón y una hembra a los que se decapitaba con el fin de que le acompañaran en el más allá.
Amazonas de Dahomey consta de las siguientes entradas:
- Mujeres guerreras. Amazonas de Dahomey ( I )
- Las Amazonas de Dahomey ( II )
- Mujeres guerreras en Africa (III).
- Amazonas de Dahomey (IV y última)