Behazin en su exilio de Argel. |
MUJERES EN ÁFRICA. AMAZONAS
Vamos a comenzar paradójicamente esta historia sobre mujeres guerreras con una historia de amor. La que mantuvo el último rey de Dahomey, Behanzin con una mestiza en la isla de La Martinica, donde había sido recluido por los franceses al perder su guerra. y también su reino, en un desigual conflicto con el colonizador europeo (penúltimo rey mas bien, puesto que el último solo fue un títere al servicio de los franceses) . Al parecer, su amante fue capaz de compensarle de aquella vida cómoda que, como rey, le había correspondido. No obstante, no supo, no quiso o no pudo sanar su melancolía; ese alma que había dejado en África y que le hacía vivir casi como un zombi fuera del continente negro. Aquellos que conocen África dicen que huele de una manera especial, y el rey de Dahomey no fue capaz de vivir alejado del continente negro durante mucho tiempo. Ni el amor más intenso fue capaz de retenerle, ni su bella mestiza “que sólo era medio Africa” por el color de su piel, según sus propias palabras. Su pesar y la opinión pública francesa de principios del siglo XX le empujarían hasta Argelia que, si bien no tenía parecido alguno con su reino vegetal, sí que le consoló con la proximidad geográfica. Allí murió.
El rey Ghézo, un guerrero incansable (1818-1858) |
Pero esta historia de amor tiene un problema. Podemos afirmar, casi con seguridad, que no es real, forma parte del argumento de una de esas peliculas que a veces intenta reescribir la cruda realidad, se llama: El exilio del rey Behanzin. Un tipo, Behanzin que debió de tener esposas por cientos. Por de pronto, os lo presentamos en su destierro de La Martinica acompañado por dos de ellas.
El rey Behanzin en la isla de la Martinica, acompañado por alguna de sus esposas. |
Situación del antiguo Dahomey en el mapa. Actualmente Benin |
El reposo de la amazona |
Por lo antedicho, se puede pensar que el último rey de Dahomey fue uno de esos personajes de leyenda trágicos cuya trayectoria vital ocupaba un carril en sentido contrario. Es cierto, pero solo a medias. También había heredado un reino en el que él, como rey, era el centro del Universo, además del único ser libre sobre la tierra. El resto de la humanidad existía sólo para alabar sus riquezas y a él mismo. Forjando una suerte de sociedad circular que empezaba en el monarca y terminaba en el monarca. Un reino que celebraba sacrificios humanos por cualquier nimiedad, aunque generalmente para honrar la memoria del difunto monarca.
El padre de Behanzin, el rey Glélé (1858-1889), ocupaba un trono que haría caerse de espaldas a un misionero: Francesco Borghero. Nos explicamos, el hombre sintió curiosidad por los innumerables objetos que cubrían el real asiento, cuando observó, con incredulidad al principio y después con espanto, como, junto a las conchas marinas, que fueron las moneda nacional del reino dahomee, apuntaban unas piezas difíciles de identificar al principio, pero que no tardo en reconocer: se trataba de dientes; dientes humanos. No sería la ùltima experiencia que el padre Borghero recibiría de la hospitalidad del rey Glélé.
Acto de sumisión ante el rey. Solo los blancos estaban exentos de ella |
Históricamente la monarquía dahomee se había enriquecido con la trata de esclavos. Aún está por escribir esa historia fea de la negritud, en el que el peor enemigo del hombre negro y de su libertad es el cacique negro, el reyezuelo. Sin estos sujetos ningún barco negrero habría llenado sus bodegas con aquella mercancía de seres humanos en siglos pasados. La monarquía dahomee, cuando sufría problemas económicos, se dedicaba a confiscar sin mas los bienes de sus subditos. Hasta el punto de que los intercambios comerciales más sencillos, cuales eran la adquisición de alimentos o la compra de mercancías que se hacían en periodos bélicos o prebélicos, es decir, todos los años por la primavera, se hacían a escondidas. La voracidad del rey era tal que no dudaba en requisar, sin formalismo alguno, dichas mercancías en beneficio propio.
Recepción a los embajadores extranjeros en Abomey, la capital de Dahomey |
En efecto, se trataba de una monarquía belicosa, en conflicto permanente con sus vecinos a los que acechaba en sus aldeas y pueblos, y ello para proveerse de prisioneros de guerra. Los convertía en esclavos con el fin de utilizarlos como mano de obra, venderlos o sacrificarlos en ceremonias de naturaleza religiosa. Para apoyar este sistema, los reyes dahomees se habían procurado un ejercito de mujeres guerreras, conocidas en el país por el nombre de ahosi, o las esposas del rey ……. Y en el resto del mundo por amazonas. A diferencia de lo que alguna crónica inclemente del siglo XIX refiere no se habían amputado el pecho derecho para utilizar el arco y la jabalina con mayor precisión, ni tampoco eran caníbales. En cualquier caso fueron guerreros fieros a los que sus enemigos temieron especialmente. Pero antes de seguir os vamos a mostrar la cronología del reino de Dahomey y la continuación la dejamos para la siguiente entrada ¿Os parece?
- Dakodonou (1620-1645)
- Aho Houegbadja (1645-1685)
- Houessou Akaba (1685-1708)
- Agadja (1708-1740)
- Tegbessou (1740-1774)
- Kpengla (1774-1789)Agonglo (1789-1797)
- Adandozan (1797-1818)
- Ghézo (1818-1858)
- Glélé (1858-1889)
- Behanzin (1889-1894)
- Agoli-Agbo (1894-1900)
Amazonas de Dahomey consta de las siguientes entradas: