En España y en Portugal somos muy afortunados. Y les vamos a decir el porqué: tenemos El Corte Inglés. Son un poco cansinos con la publicidad y todo eso, pero su política de atención al cliente nos permite el uso de sus múltiples centros para cualquier necesidad. Una de ellas, y lo decimos sin rubor ninguno, es la del uso de sus Servicios Públicos. Un recinto menospreciado e ignorado por los economistas que obvian su alta rentabilidad económica, y aunque para ello requiera un mantenimiento intensivo; limpieza y eso (que en demasiadas ocasiones se ignora), sin duda los retretes son unos recintos de gran valor añadido que ninguna empresa puede ignorar. Digamos que son como la carta de presentación de un comercio, su tarjeta de visita….aún más: el termómetro de su grado de higiene, eficacia y buen hacer. Si te decides por un bar y el urinario está hecho una pena, puedes tener la seguridad de que el camarero que te sirve el café (cuyo consumo es la tarifa que debes pagar por utilizarlo) no se lava las manos cuando lo utiliza. Imaginaté: pincho de tortilla..... Seguramente ignora la cantidad de servicios y comandas que le proporciona semejante pocilga. Porque claro, antes de ver el retrete ya has pedido la consumición..... Oh no. Es más, existe una ruta de los "aseos dorados", es decir, aquellos comercios que disponen de los mejores y más decentes servicios a disposición del público. Recintos en los que conforme abres la puerta no recibes el desagradable puñetazo olfativo de millones de bacterias en descomposición. Y no es baladí lo que aquí decimos, porque a cierta edad es un itinerario que se ha de tener en cuenta cuando sales, por ejemplo, de compras. Aun así, y si la necesidad aprieta, lo único que busca nuestra obnubilada mirada es un agujero en el suelo y un pequeño habitáculo que nos permita algo de intimidad.
No sabemos lo que tenemos, y frente a la ignorancia, el mejor remedio son los viajes; una panorámica de los urinarios, toilets, servizi higienici, Öffentlichen Pissoirs y letrinas, en el mundo nos daría una imagen bastante contrastada. Frente a la gratuidad de nuestros grandes almacenes, se encuentran los 1,50 euros de Paris. En Venecia, creemos recordar que un euro, en el interior de un edifico habilitado solo para ese cometido, y en el que hay que entrar casi con un pañuelo en las narices. No importa, la ciudad bien lo vale. Bueno, pues como dicen que una imagen vale mas que mil palabras (no es cierto, pero lo dejamos así) os mostramos esta ensaladilla de fotos.
Letrina en Bangladesh vierte a un río............................... |
.........y claro, así los dejan. Aunque no lo parezca es un río: el Citarium, está en Indonesia........... |
........Juegan. Filipinas |
Y se bañan. India |
Unas letrinas, en cualquier lugar de África en las que no se permite la entrada a enfermos de SIDA. |
China |
Alemán. |
Amsterdam |
Adivinenlo. |
Mejicano también. Cada cosa por su lado |
Se llaman las toilets de la dignidad, y no pierdan detalle, porque su uso queda muy clarito con solo cuatro imagenes |
Japonesa. Parecida a la de Amsterdam pero con abrazadera |
Tibet |
Namibia |
Pakistán |
Se llama Peepower |
Antiguo Egipto |
Rusia |
Tres sexos |
El carrito de las heces. Para proyectos en el Tercer Mundo |
Nápoles |
Rusia |
La hemos copiado de www.gruponeva.es |
Y esta es de Rumanía. Con todo nuestro cariño |
Madagascar |
Grecia Clásica. Suponemos que el recipiente que lleva a la espalda el muchacho sirve para almacenar la orina, o bien residuos sólidos. (Ver Alcantarillas y letrinas en Roma y Córdoba) (Foto: Vestivalia) |
Edad Media. Se les denominaba letrinas voladas, sobresalían de los muros de los castillos y el residuo caía en el foso que rodeaba el mismo (Ver, alcantarillado y vida cotidiana en la Edad Media) |
Roma. Los residuos se lanzaban por la ventana o se almacenaban en un recipiente: parte inferior derecha. |
El retrete del Emperador Fco. José I de Austria |
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